Mi experiencia real, trucos, y ¿merecen la pena los “sellados”?
Introducción: ¿Por qué hay polvo en los objetivos caros?
No lo entiendo: otra vez me encuentro polvo dentro de un objetivo Canon L, de los más top y caros que se supone que tienen sellado profesional. ¿De verdad sirve eso de “sellado” para algo o es puro marketing? Si te interesa este tema, tienes el vídeo completo en mi canal de YouTube, donde lo explico todo con ejemplos visuales y trucos.
¿Qué pasa con los objetivos sellados de Canon?
En los últimos años he tenido varios Canon L, desde el clásico 24-105mm f4 a bestias como el 50mm 1.2 y el 85mm 1.2. ¿El problema? En todos me ha entrado polvo por dentro, incluso usando súper bien los objetivos: siempre limpio el equipo, los guardo con mimo y hago todos los rituales de limpieza después de cada sesión.
Lo heavy es que tengo decenas de objetivos mucho más baratos (algunos hasta de segunda mano, tipo el 55-250mm EF) que los he dado caña en desiertos, playas y mil aventuras… ¡y no tienen ni una sola mota dentro! Es algo que me saca de quicio. ¿Soy yo solo, o a más gente le pasa?
Razones por las que entra polvo en los objetivos
Ya sé que “sellado” no significa “hermético”. Ni los Canon L ni ningún objetivo están hechos para resistir polvo, agua, humedad o caídas de planeta Namek. Pero, claro, te gastas 1000€ y esperas menos disgustos…
Algunos motivos por los que puede entrar polvo:
- Cambios de zoom (efecto “succión”),
- Condiciones ambientales chungas (polvo, humedad, playa…),
- Uso intensivo,
- Y, sinceramente, un poco de azar.
Consejos para detectar y prevenir polvo en el objetivo
- Revisa el objetivo a contraluz: abre la apertura al máximo y apunta una linterna o usa la luz de la ventana para ver si aparecen motas.
- Haz una foto con el diafragma cerrado (f/16 o más) a una pared blanca o cielo despejado y revisa si aparecen manchas.
- Limpia siempre el exterior después de cada uso: un poco de gamuza tras cada sesión te puede salvar de males mayores.
- Haz limpieza a fondo cada 3-4 meses: merece la pena sacar un rato y dejarlo impoluto.
- Guarda los equipos con bolsitas de antihumedad: parecen tontería pero evitan que la humedad convierta ese polvo en hongos (¡terror de los fotógrafos!).
- Si tienes garantía o servicio de limpieza, úsalo: te ahorras quebraderos de cabeza. Canon cumplió y me dejaron el 24-105 como nuevo… aunque tuve que estar 14 días sin él.
¿Se ven las motas de polvo en las fotos?
A no ser que sea un pedazo de polvo muy bestia, ni te rayes, de verdad. Si disparas con aperturas grandes (f/2.8, f/4…) jamás vas a notar esas motas. Solo se ven con aperturas cerradas (f/16, f/22), y si todavía te molesta, existen programas como Luminar Neo que detectan y clonan cualquier manchita en segundos.
¿De verdad merece la pena el sellado?
Me gustaría saber quién decide qué es “sellado”. Canon, Nikon, Sony… cada marca pone lo que le da la gana y no hay una norma universal. Mi experiencia: con los L entra polvo igual o más que con los baratos. ¿Será mala suerte? ¿O el marketing cada vez pesa más que la calidad real?
Te animo a que me comentes tu experiencia, a ver si soy el único pringado o es algo habitual entre los que curramos a diario con el equipo en la calle.
Vídeo en YouTube con más consejos
Si prefieres ver todo esto en vídeo, con ejemplos reales, imágenes de mi objetivo lleno de motas y trucos en directo, pásate por mi canal de YouTube. Allí explico todo más visual y te enseño cómo reviso y limpio mi equipo.
Conclusión
Si tienes un Canon L (u otro objetivo premium) y crees que el sellado te salvará de todo… ve mentalizándote. Cuida tu equipo, limpia a menudo y no te obsesiones si ves alguna mota. Y, sobre todo, comparte tus trucos en los comentarios, que aquí aprendemos todos.