Hola a todos! Soy Chema Photo y hoy os traigo un post que muchos me habéis pedido, uno sobre cómo enfrentarse a uno de los mayores miedos de cualquier fotógrafo: el solazo directo en la playa.
Normalmente, todos buscamos la luz suave del amanecer o el atardecer, la famosa hora dorada. Pero, ¿qué pasa si te digo que podemos usar la luz más dura y cañera para conseguir un resultado brutal? En mi última sesión con la increíble Laura, decidimos hacer justo eso: plantarnos en la playa a las 8:20 de la mañana, con el sol ya pegando fuerte, para buscar un rollo inspirado en Sports Illustrated.
Y como sé que una imagen (o un vídeo) vale más que mil palabras, aquí os dejo el making of completo. ¡Dale al play y luego sigue leyendo, que te cuento todos los secretos!
El Reto: ¿Por Qué Buscar la Luz Dura?
Lo sé, parece una locura. La luz dura crea sombras muy marcadas, puede ser incómoda para el modelo y, si te descuidas, te cargas la foto con tu propia sombra. Pero si la controlas, te da un look súper potente, definido y con un contraste que vibra. Justo lo que quería para esta sesión: poses bestias, mucha fuerza y un toque editorial.
La clave es la posición. Colocamos a Laura en las rocas, dejando que el sol le diera de forma lateral. Esto esculpe el cuerpo, crea volúmenes y evita que la luz le dé de lleno en la cara, lo que sería un suplicio para ella y un desastre para la foto.
Mi Proceso: Inspiración, Poses y Técnica
Antes de disparar, siempre dedico un tiempo a la preparación.
- Inspiración con Pinterest: Para esta sesión, creé un mood board en Pinterest. Es una herramienta comodísima. Busco una foto que me guste y la propia aplicación me sugiere imágenes con un estilo parecido. Así tengo una guía de poses, iluminación y ambiente que nos sirve de punto de partida.
- Dirección de la Modelo: Con una idea clara, dirigir es más fácil. Buscábamos poses exageradas, jugando con las líneas del cuerpo. «Proyecta un poquito de culete», «la mano aquí», «el pelo para atrás»… La comunicación es fundamental, sobre todo cuando las condiciones son difíciles. Laura, que es una crack, aguantó como una campeona con el sol de frente.
- El Equipo: Para este tipo de retratos, mi elección fue el 85mm. ¿Por qué? Porque me permite alejarme un poco, comprime el fondo de una manera preciosa y tiene una nitidez espectacular. Disparé con un diafragma muy abierto (cerca de f/2) para desenfocar el fondo y velocidades altísimas (1/4000s o más) para poder exponer correctamente con tanta luz.
El Arma Secreta: ¡A Contraluz!
Después de conseguir las fotos con luz dura, decidimos cambiar por completo el chip y trabajar a contraluz. ¡Menudo acierto!
El contraluz es mágico por varias razones:
- Es un alivio para el modelo: Ya no tiene el sol en los ojos y puede relajarse.
- Crea un ambiente de ensueño: El sol de fondo perfila la silueta, crea un halo de luz en el pelo y da un toque súper delicado y bonito a la piel.
- Esconde lo que no quieres que se vea: Al trabajar a contraluz, pude usar el propio cuerpo de Laura para tapar a la gente que ya empezaba a llenar la playa. ¡Parece que estábamos solos!
Aquí incluso nos vinimos arriba y movimos un tronco para que Laura tuviera un punto de apoyo y pudiéramos clavar la pose. ¡En fotografía, a veces hay que ser creativos y un poco manitas!
Conclusión: No Tengas Miedo a Experimentar
La lección más importante de esta sesión es clara: no hay luz mala, sino luz que no sabemos usar. Atreverse a salir de la zona de confort y jugar con condiciones «difíciles» como el sol directo puede darte algunas de tus mejores fotos.
Espero que este post y el vídeo te sirvan de inspiración para tu próxima sesión en la playa. ¡Ahora te toca a ti! ¿Te atreves con la luz dura? ¿Prefieres el contraluz? Déjame un comentario aquí abajo y charlamos.
Y por supuesto, no te olvides de seguir a la artistaza de Laura en su Instagram.
¡Nos vemos en el próximo post!













